Sin esfuerzo, no hay recompensa

 

    Practicar un deporte siempre ha requerido mucha dedicación. Pero más aún si te quieres dedicar el resto de tu vida a ello. Como es el caso de Marc Masferrer, el jóven talentoso.


    -Un entrenador es más que un padre- le dijo el primer día-. Un entrenador es tu otro yo, con la diferencia de que, posiblemente, tu otro yo sea un manta y un gandul, un viva la Virgen y una especie de diablo cojuelo que trata de liarte, mientras que yo voy a ser tu otro yo así ”(Pág. 8). Llegas a las instalaciones para comenzar a entrenar ese deporte que tanto te gusta, que tanto te agrada. Tú piensas en tu cabeza: otro día más con el pesado del míster, nos va a volver a mandar correr como el último día... Cuando realmente si lo hacen es por algo, ellos no quieren fastidiar a nadie, quieren que seamos mejores de lo que fueron ellos en su día, quieren que aprendamos de ellos. Solo quieren eso. “La diferencia que hay entre una persona adulta y una joven es que el adulto ya sabe lo que es ser joven, mientras que el joven no sabe lo que es ser adulto” (Pág. 112).


    Años y años de sacrificio para, quizá, un momento de gloria” (Pág.12). Puedes ganar, puedes perder... ¿Merecerá la pena intentarlo? ¿Merecerá la pena malgastar ese tiempo perdido para quién sabe qué? ¿Merecerá la pena? Nadie lo sabe. Lo que sí sabes es que si no lo intentas no vas a conseguir nada en la vida, no vas a ser nadie. Si lo intentas, bueno, pues puedes ganar o puedes volver a perder. Pero lo verdaderamente importante es que cada día saques una mejor versión de ti de la que eres el día anterior. Esa es la verdadera gloria.


    -¿Y si quedo segundo como tú?

- El primero gana, el segundo pierde, los demás compiten. Ésa es la diferencia” (Pág. 33)

Yo me siento identificado con esta cita ya que yo soy una persona bastante competitiva y que me esfuerzo al máximo para conseguir lo que quiero. Cuando esto no sucede me frusto en mi interior y me aíslo de la sociedad, justo como hacían los románticos del siglo XIX. Pero nunca me rindo, siempre me levanto con más fuerza para volver a sacar lo mejor de mí.


    Tristeza.

Aquella centésima de segundo...

Una pequeña, pequeñísima fracción de tiempo.

La diferencia entre la gloria del primero y el fracaso del segundo” (Pág. 34) Como bien dije antes, si no lo intentas vas a fracasar sí o sí. En el caso del padre de Marc quien lo intentó muchas veces, al final su fuerzo tuvo su recompensa consiguió llegar a las olimpiadas y quedar en un segundo puesto. Pero un segundo puesto inmerecido. Un segundo puesto rozando el primero. Un segundo lugar de mentira.


    Otro de los aspectos más comunes en los deportes son las trampas, dopajes, etc. En mi opinión estos individuos no quieren sacar la mejor versión de ellos, sino que quieren ganar y hacerse famosos para salir en periódicos, revistas, telediarios... La verdad es que no entiendo el porqué ya que ellos sabrán lo que realmente quieren ser. Si quieren vivir con mentiras en su interior o haber perdido pero con orgullo. Sabiendo que ya no pudiste dar más de ti.



    SIERRA I FABRA, Jordi (2010). El oro de los dioses, Barcelona: Planeta

 





 

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